Recientemente, se ha demostrado que el consumo del aceite de coco provoca cambios positivos para las personas que sufren de Alzheimer.
En tiempo normal, el cerebro fabrica su propia insulina permitiendo a la glucosa brindarle la energía que necesita.
Ahora, cuando la producción de insulina en el cerebro disminuye, su cerebro literalmente comienza a morir de hambre, ya que no obtiene la energía proveniente de la glucosa que necesita para funcionar normalmente. Esto es lo que sucede con los pacientes de Alzheimer, porciones de su cerebro comienzan a atrofiarse o a morir de hambre, causando una alteración en el funcionamiento y eventualmente pérdida de la memoria, habla, movimiento y personalidad.
Afortunadamente, su cerebro es capaz de utilizar otros tipos de suministros de energía y aquí es en donde entra en escena el aceite de coco.
La sustancia en cuestión se conoce como cuerpo cetónico o cetoácidos.
Las cetonas son lo que su cuerpo produce cuando convierte la grasa (en lugar de la glucosa) en energía. Y una fuente primaria de cuerpos cetónicos son los triglicéridos de cadena media (MCT) encontrados en el aceite de coco.
El metabolismo de los ácidos grasos de cadena media contenidos en el Aceite de Coco Virgen en el hígado produce cuerpos cetónicos, que se convierten en energía inmediata para el cerebro sin la necesidad de que intervenga la insulina para procesar azúcares.
En las personas mayores, se encontró una mejora significativa en todos los pacientes que tomaron este tipo de ácidos grasos.