¿Cómo hacer jabón de coco y miel?
El aceite de coco y la miel son ingredientes muy hidratantes y nutritivos para la dermis, perfectos para pieles secas y sensibles. Además, los dos tienen gran capacidad antibacteriana, por lo que este jabón es bueno para limpiar heridas, aunque en tal caso conviene pasar la pastilla por la mano con agua y luego la mano por la piel y no la pastilla directamente. Otra gran propiedad de estos productos, sobre todo de la miel, es que son muy buenos cicatrizantes, por lo que cuando empieza a haber cicatriz, y ya no hay costras, es un jabón buenísimo para lavarse la zona afectada.
Ingredientes
· 75 g de saponaria
· Agua
· 900 g de manteca de Karité o de cacao
· 2 cucharadas de miel natural
· 2 cucharadas de aceite de coco
· Ralladura de coco (cantidad variable)
Preparación
1. Haz una infusión concentrada con poca agua y la saponaria (o raíz de yuca o bien, derrite la glicerina vegetal).
2. Derrite la manteca vegetal en un cazo u olla con fuego lento.
3. Añade el aceite de coco y la miel mientras vas removiendo los ingredientes.
4. Cuando veas que es una mezcla homogénea, con los ingredientes integrados, puedes añadir ralladura de coco natural si quieres que el jabón final tenga estos trozos dentro y fuera. Si lo prefieres solo por encima, espérate a añadirla cuando se esté empezando a enfriar en el molde.
5. Agrega la infusión de saponaria concentrada (queda poca cantidad de líquido) y sigue removiendo hasta que vuelva a estar todo ligado.
6. Vierte la mezcla en el molde, preferiblemente de silicona, y permite que se enfríe. Normalmente, necesita unas 5 horas para enfriarse y empezar a formarse. Un truco para que tarde menos en estar listo es que, cuando empiece a estar la mezcla tibia, guardes el molde lleno en la nevera.
7. Desmolda el jabón de coco y miel cuando veas que tiene un aspecto adecuado para usarlo.
8. Córtalo con la forma y tamaño que prefieras y deja las pastillas de jabón terminando de airearse y endurecerse en un lugar fresco. Podrás usarlo al día siguiente.